sábado, 28 de mayo de 2011

Um Festeiro

Teniente Dan venía caído. Sumaba una cantidad record de derrotas consecutivas, no encontraba su juego y no veía la luz al final del túnel. Los números de descenso acechan y todos las fantasmas rondan por el sótano del equipo. La última fecha a Teniente le tocaba enfrentar a Vía3, el más flojo del torneo, pero ni ese aliciente pudo tener ya que el rival se dió de baja del torneo. El miércoles feriado se tenía que jugar la postergadísima final de la Copa de Campeones, pero una vez más la lluvia no quiso que Teniente festeje y lo use de trampolín para la liga actual.
El rival de turno de esta jornada era un viejo conocido: Festeiro. Aquel rival con quien dimos los primeros pasos en este torneo y nos ha tocado enfrentar en tres ocasiones y que ha dado siempre un solo ganador.
Hoy las cosas eran distintas, Festeiro venía con el pecho inflado, siendo animador del torneo y con tres resultados resonantes que, a priori, era para respetar. Teniente por el otro lado, flechita para abajo, con las ausencias de Manu y Mauro iba a traer para su reemplazo al Patrón Leis y a Fer Mentasti, conocido de Santi Rigotti. El azteca se iba a poner los guantes y le iba a hacer un gran honor a la feria de La Salada. Malvestiti lució una camiseta de Newells noventosa, de esas con tela gruesa y dos rayas en lugar de las tres tiras de Adidas y un short Nike, que era más trucho que un billete de 3 pesos.
El árbitro de una notoria similitud con Jonatan Maidana versión bien alimentado daba inicio al juego. Teniente entraba muy dormido, sin precalentamiento y Festeiro iba a dar el primer golpe. Jugada de toques de primera iba a encontrar al 9 rival a punto de empujar la pelota al gol, pero Rigotti se repone rápido buscando la posición contra el palo y evita lo que pudo ser caída para su valla.
Suena el despertador de Teniente y arranca a jugar. Mentasti empieza a ubicarse en mitad de cancha, se asocia con sus compañeros. Tura lo asiste, recibe en posición de wing derecho y acomoda la pelota contra un palo. Teniente renacía sin hacer maravillas y se adueñaba de la pelota.
Callejas, quien no fue centro de conducción y lo liberaba de responsabilidades, hacía apiladas de marcadores quienes lo miraban atónitos sin poder entender con la facilidad que se despojaba de ellos. Cada vez que tomaba la pelota, sus jugadas los catapultaban a sentarse en la mesa chica junto a los dioses más grandes del Olimpo pero concluía sus jugadas con un error de pase o definición haciéndole notar a todos que también es un mortal.
Las llegadas ya venían en cantidades industriales pero no se veía reflejado en el score. Hasta que en una jugada similar al primer gol, pero intercambiando roles, Mentasti asiste a Turazzini, se acomoda para su pierna más hábil y se reencuentra con su viejo amor: el gol.
El primer tiempo iba a concluir con un Festeiro haciendo el desgaste, yendo a buscar el arco rival, pero que encontraba siempre bien parado a los más fieles soldados defensores de Teniente. Gertner parecía que tenía un imán con la pelota y estropeaba cada ataque elaborado del rival. Si no era el, el hombre de las cuevas Spadaro daba por tierra sus intentos, y en última instancia era el arquero Rigotti quien los dejaba con el grito en la garganta.
Comenzaba el segundo tiempo y Festeiro salía a presionar. Teniente sin perder la calma, lo anestesiaba con pases cortos. Lo cansaba, jugaba prolijo. Se hacía amo y señor del partido.
Teniente, mi patria, mi escudo, mi bandera, mi religión se encontraba con sus mejores características. Con el toque corto de primera como premisa provocaba desesperación en sus rivales. Mentasti seguía haciendo de las suyas y tras un pase de Callejas iba a definir con la tranquilidad de un budista ante el achique del arquero para mandarla al fondo de la casita de piolas y la pelota se quede dando vueltitas en la red.
El Ninja Callejas tomaba una vez más la pelota en mitad de cancha, imprimía velocidad y moviéndose al ritmo de una música que sólo él escuchaba, desparramaba defensores en el camino. Le tiraban patadas para detenerlo, pero el de Parque Chas salía airoso de cada sacandilla, hasta que una fue certera y el número 5 cayó dentro del área cuando venía trastabillando por el patadón que le pegaron. El Juez no dudó, hizo sonar el silbato y señalo el punto penal. Mentasti lo pedía y sumaba su tercero en la cuenta personal. Partido liquidado.
Volvía Turazzini al campo e iba a dar 20 minutos de su mejor fútbol. Con el partido definido Teniente tranquilo lo iba a rematar con un par de contras. Construía una pared con Mentasti, y cuando le tocó enfrentarse al arquero con un quiebre de cintura se libraba de el, tira el centro atrás y lo vuelve a encontrar a Mentasti que define con el arco vacío. Ya era paliza, pero quedaba un poco más.
La expulsión del experimentado defensor rival iba a liberar aún más espacios. Y aunque Turazzini esté dos velocidades más abajo que antes de su lesión, cuando le dan espacios se hace dificil de gobernar. Una nueva jugada con gran cantidad de pases iba a encontrarlo a Turazzini contra el arquero, y el diez, lejos de ponerse nervioso se remonta a su infancia. A cuando jugaba al fútbol en el patio del colegio vestido de uniforme inglés, sus zapatos naúticos pasaban a ser los botines más sofisticados y una latita de coca hacía de pelota Adidas Tango. El timbre que anunciaba la finalización del recreo era el silbatazo de un árbitro localista que no adicionaba los minutos que debía. A esos tiempos se remontó, le pisó la pelota dejádolo humillado en el piso al arquero y cuando tenía todo para definir vió venir al capitán Spadaro con la lanza. No fue egoista y le dejó el gol hecho. Primer set y a tu casa Festeiro.
Minutos más tarde Turazzini iba a tener el suyo cuando recibía un pase-gol de Mentasti y antes de que termine iba a devolverle gentilezas con una rabona que volvió a relucir después de un año.
Fue un ocho a cero, baile, fiesta, afano, robo, para mostrarle a Festeiro que por más que ellos estaban bien, tiene un papá que se llama Teniente Dan.

Uno x uno

Santiago Rigotti (7): Fué fundamental su tapada al inicio del partido para discipar fantasmas. Después no tuvo mucho trabajo. Mantuvo el arco en 0, algo que pocos pudieron hacer.

Piri Spadaro (7): Tiempista a la hora de los cierres. Poniendo orden y hasta llegó al gol.

Agustín Fernández (6): Anduvo bien cuando estuvo en cancha. Prolijo y ordenado. El físico le jugó una mala pasada y lo limitó por el resto del encuentro.

Gabo Gertner (8): Lo de este señor es para aplaudir. Tuvo un partido prolijísimo. Va cuando tiene que ir y retrocede. Se hace impasable, por marca o por patadas. Fué siempre opción de pase por su andarivel y aguantó todo el partido.

El Ninja Callejas (7): A este jugador, hay que recuperarlo. Con Tracer, recuperación de vehículos robados. Todavía amigándose con el fútbol, hizo apiladas divinas. Falló en algunos pases, se lo recriminó el mismo y por momentos trasladó por demás la globa.

Fernando Mentasti (9): El refuerzo fué figura. El jugador de un físico imponente y un estado envidiable fue el goleador del encuentro y le dió al equipo la medicina exacta. Toques cortos, claros, precisos, de primera. Liberó a Callejas y a Turazzini y sin ostentar habilidad fué una pesadilla para sus marcadores con su tranco.

Agustín Turazzini (8): Un primer tiempo regular donde buscó más conocerse con Mentasti y hacer pié en el partido. Cuando el partido estaba liberado, a su juego lo llamaron y ya descansado, entró al baile y si que los hizo bailar.

Gonzalo Leis (6): La vuelta del Panza a las canchas fue efectiva a pesar de que el blanco de la camiseta no le sienta bien. Estuvo presente en la última victoria de Teniente contra Burundi y volvía cuando el equipo necesitaba número contra un equipo que vió uno de sus dos goles. Los murmullos de los plateistas fueron cambiando a aplausos cuando desbarataba ataques rivales. Luego volvían a murmullos cuando yerraba pases simples para luego conventirse en gritos de aliento cuando pasaba al ataque.

Rochi Fontana (10): Se bancó todo el partidito hablando pocas palabras con el que quedaba como suplente. Hasta hizo comentarios acertados. Alentó a su novio y cuestionó, como siempre, aquellas jugadas donde se ponía una piernita de más.


Teniente despierta y suma 9 puntos. Muy lejos del pelotón de campeonato, pero se aleja de a poco de la zona de riesgo. El sábado que viene toca Capone a las 15 hs. para ratificar la victoria y subirse al sendero ganador para terminar el campeonato lo mejor posible.

Notas de color:
Teniente saluda a destiempo a los cumpleañeros: Piri el 10, Gabo el 16 y Rugge ayer que va a ser festejado hoy con un asadazo.
Agustín cumplió su partido oficial número 90 con la camiseta tricolor. Se dice que para el 100 hay festejos, placas conmemorativas y otros chiches.
El Papu Gómez estuvo en BarTolo.

sábado, 14 de mayo de 2011

Caruso se busca


Otra vez. Sí, una vez más, Teniente cayó contra Amigos del Pasto. Enfrentamiento milenario de Northchamp que siempre encontró a un único ganador.
El resultado fué contundente, 4-0. Pero esta vez no fué por mérito del rival como las veces anteriores sino la falta de ideas de Teniente.
La realidad es que hace casi un año, desde que Teniente cayó en aquellas semifinales, salvando algunos partidos el equipo nunca encontró la regularidad ni su fútbol.
El torneo pasado entró por la ventana a las semifinales gracias a pequeñas individualidades. Cayó categóricamente con los equipos que eran superiores en las instancias finales. El 2011 tuvo un comienzo promisorio con unas semifinales heroicas de Copa de Campeones que fué más corazón que otra cosa. Todo se fue diluyendo hasta llegar a hoy. Cuarta derrota consecutiva y está sólo a uno del record del equipo. Teniente ya mira la tabla de abajo, le tiene miedo a la promoción y espera a un Caruso Lombardi sacapuntos para salir de la zona de riesgo.
Sobre el partido no hay mucho que decir. Teniente practicamente no pateó al arco y las pocas veces que lo hizo encontró siempre bien parado a su arquero. Pasto no hizo mucho para ganarlo más que ser efectivo. Las veces que pateó las mandó a guardar. Fue un partido reñido en mitad de cancha y que a los 20 del segundo tiempo con un 3-0 para el equipo campeón estaba definido y con los catorce jugadores en cancha fusilados físicamente. El último gol fue la imagen más triste de Teniente. El jugador rival se la llevó a los rebotes y definió con el arco vacío.
Ahora a comerse la gastada habitual del blog, en la jineteada, el goma de Déjala hablando y toda esa giladita.
Teniente pasó los tres partidos complicados (Saenz Peña, Unión Birra y Pasto), sacó 0 puntos. Pero tiene todo para pensar en positivo. Le quedan seis partidos, 18 puntos. Las semifinales quedarán para el segundo semestre. Ahora se tiene que concentrar en sacar puntos, alejarse de la zona de riesgo y ganar la final de la Copa el 25 de mayo.

El uno x uno lo dejamos de lado para cuidar a los jugadores.

Horrible lo de Unión Birra contra un flojísimo Festeiro. Igual me caen muy bien.

sábado, 7 de mayo de 2011

Algo de fulbo recuperamos

Revive el blog de Teniente. Revive porque ando con ganas de escribir. Pero sin tapa de Olé

Después de dos durísimas derrotas frente a Saenz Peña y Mucha Chaira, y un receso por lluvia y Semana Santa, Teniente volvía a la competencia. El durísimo y ya conocido rival Unión Birra nos esperaba a las 10 de la mañana en el resembrado predio de Northchamp. Al arco volvía Gabriel Arias, para confirmar la rotación que le estamos dando a este puesto.
Esquema clásico y un Tura más tirado a la mitad de la cancha y Manu más arriba para inquietar a los defensores.
Teniente arrancaba muy mal, desornenado y dormido. Minuto 8 en mi Paddle Watch y ya caíamos por dos a cero y habíamos zafado de un par. Tura apoya la pelota en mitad de cancha y arenga a sus caídos compañeros. Minutos más tarde Fernández Iriarte recibe por izquierda, mete una diagonal y dispara cruzado para que la pelota termine descansando adentro de la casita de piolas.
El empate iba a llegar rápido, con un remate de Tura desde lejos. El campo le juega una mala pasada al arquero, la pelota hace sapito y sale con fuerza contra un palo. Era la clave, pegarle desde lejos. Minutos más tarde el mismo Fernández Iriarte hace uso de la ventaja matutina y remata desde afuera, la pelota roza en un rival, despista al arquero y va al fondo del arco.
En menos de 15 minutos Teniente remontaba un partido complicado y se empezaba a picantear gracias al purrete del árbitro. Gabo se moría y lo reemplazaba Mauro, que iba a tener un partido divino. Presionó siempre a sus atacantes y con una vehemencia animal iba a buscar cada pelota que quedaba boyando.
Una vez más Unión empataba por intermedio de su goleador que cantó su gol resaltando la L final y minutos más tarde se volvía a poner en ventaja.
Teniente no cedía y era palo a palo. Diagonal de libros de Manu, pase exquisito de Fede y el 14 tocaba suave y con frialdad ante la salida del arco para conseguir una vez más el empate.
El partido ya se había puesto como esos papi fútbol que uno no sabe el resultado, sólo se pensaba en uno abajo, empate o uno arriba.
Íbamos a quedar abajo una vez más y antes de terminar el primer tiempo empatábamos gracias a un gol en contra donde antes la pelota se había ido (no medio metro, pero sí unos 20 cms).
Entretiempo, todos liquidados.
El segundo se iba a bajar la intensidad pero se iba a poner más hablado (sí, fue posible que sea más hablado que en el primer tiempo). Turazzini sumaba de penal y dos veces para Unión Birra. Sólo se destaca que Gabi tuvo un buen segundo tiempo y sacó unas lindas pelotas complicadas.
Teniente volvió a caer y ya no piensa en semifinales sino en reorientar su fútbol, ganarle a Pasto el sábado que viene y salir a festejar el cumpleaños de Piri.